La responsabilidad social empresarial y la sustentabilidad, son términos que suelen confundirse aún, a pesar de ser un tema coyuntural; la diferencia entre ambos términos reside en que la sustentabilidad es el objetivo y la responsabilidad social es el medio para obtenerlo.
Por ende, la responsabilidad social empresarial (RSE) es el compromiso “de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades (productos, servicios y procesos) ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y trasparente” (La Norma ISO 26000 (2010)), a través de ésta puede apostar por “el desarrollo humano (de diversas comunidades y sectores poblacionales desfavorecidos en los ámbitos: económico, ambiental y social) que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (definición de sustentabilidad por la ONU).
Recordemos que las comunidades sustentables son aquellas que ofrecen nivel de vida digno a sus habitantes, y a su son las que promueven el cuidado de su entorno y el medio ambiente, a través de un proceso de toma de decisiones acerca del futuro y el planteamiento de una serie de pasos a seguir.